Duran, Mas, los socialistas y Rajoy
Me hubiera gustado hablar de otros asuntos, pero la
actualidad es muy tozuda y, crisis incluida, no hay tema más importante que la
unidad de España. Tras el anuncio del objetivo independentista del Presidente
de la Generalidad de Cataluña Sr Mas, hemos de ocuparnos de las declaraciones
de unos y de las ocurrencias de otros.
Como ya avanzábamos en “De aquellos polvos…” el Sr Duran i
Lleida, que es el “policía bueno” en la táctica de CiU, pone ahora la cara de
negociar y asegura que el objetivo es el llamado Pacto Fiscal. No hay que ser
muy espabilado para saber que en las películas el que se lleva el gato al agua
no es nunca el bruto “policía malo”, sino el ladino “policía bueno”.
Mientras tanto los socialistas, queriendo ayudar, sin duda,
comienzan una cacofonía de declaraciones:
1º El Sr D Alfredo Pérez Rubalcaba que se coloca “en frente”
del Presidente de la Generalitat y del Presidente del Gobierno de España si
continúan en sus trece. En realidad no es decir gran cosa, pero tampoco es una
mano tendida para ayudar al Gobierno, porque ya me dirán Vd, si la integridad
territorial del Estado en sí mismo no es una Cuestión de Estado. No parece que
en asunto tan vital la equidistancia sea la postura más honesta.
2º En el mismo acto, la Fiesta de la Rosa, el Sr D Pere
Navarro, a la sazón Primer Secretario del PSC. Dijo que “España será federal o
no será”, lo que como proyecto de futuro parece bastante razonable, pero
formulado en términos de amenaza.
3º Al día siguiente se replica a sí mismo, o amplía lo que
no quiso decir ante sus compañeros y dice pretender “el federalismo asimétrico”
una relación “bilateral y preferente”, lo que no es para nada lo mismo que
había dicho el día anterior, no es ya una amenaza, sino directamente antidemocrático.
¿Qué hacemos con el principio de igualdad de los españoles? Quién se atreve a
decir una barbaridad así, aunque él no lo sepa, no es un demócrata y además
insulta al resto de españoles.
4º Para terminar el concierto desafinado entra en juego el
Sr D Ernest Maragall, actuando como verdadero submarino de CiU dentro del PSC
afirma que Cataluña quiere ser “libre” –ahora debe estar sojuzgada-y que “lo
que cuenta es lo que digan y voten los catalanes”, lo que implica saltarse la
Constitución, que reconoce sólo al pueblo español el carácter de soberano y
declara en su artículo 2: “La Constitución se fundamenta en la indisoluble
unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los
españoles,(…)” lo que deja meridianamente claro que todo lo que están planteando
los políticos catalanes que se han pronunciado requiere previamente de una
reforma de la Norma Fundamental.
Mientras tanto nuestro Presidente de Gobierno el Sr D
Mariano Rajoy calla y espera conforme a su arraigada costumbre. Esperemos que
cuando hable de este primordial asunto sea para hacerlo con la Constitución en
la mano y aprovechando que el Sr D Artur Mas ha declarado perseguir tanto la
independencia como que se la sufraguemos el resto de españoles con el Pacto
Fiscal –unos 16.000MM de euros anuales-
se niegue a ambas concesiones de plano e inste al Presidente de la Generalidad,
una vez constatadas su ansias secesionistas a convocar elecciones anticipadas,
presentando todos los partidos que en ellas concurrieran un Programa con una
postura clara sobre la independencia. Aquí, debo confesar que atesoro dentro de
mí la esperanza de que esto supusiera la separación de CiU, que por otra parte
siempre ha sido una coalición, no un partido político unitario. Debería así
mismo D Mariano, sin soltar la Constitución advertir a D Artur sobre las consecuencias de continuar agitando a la
sociedad española y dentro de ella a la catalana con declaraciones
independentistas desde su cargo de Presidente de la Generalidad, ya que al
tomar posesión de dicho cargo el Sr Mas juró respetar y hacer respetar la
Constitución que como hemos visto proclama la indisoluble unidad de España, y
que de seguir por esos derroteros puede conseguir la aplicación del artículo
155 de la Constitución que prevé la intervención de las Autonomías, así como
que él mismo podría incurrir en delito de rebelión (art.:472 y ss. del Código
Penal) o sedición (arts.: 544 y ss. del Código Penal).
Estas hipotéticas elecciones catalanas planteadas como un
plebiscito, de resultar favorables a la tesis nacional española deberían zanjar
todo este asunto por mucho tiempo. En caso contrario habría que abrir un
proceso constituyente con disolución de las Cortes y posterior Referendum a nivel nacional, no
sólo catalán.
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