La tortilla virtual

Ejemplos tenemos en la literatura picaresca del siglo de oro de como disimular la pobreza, que en España es motivo de vergüenza.

Mi abuela materna me contaba la anécdota de una vecina de una "casapatio" que todas las tardes a la hora de la cena se ponía a batir con mucha energía una tortilla que hoy llamaríamos virtual, dada la inexistencia del ingrediente imprescindible, los huevos. La susodicha vecina para añadir verosimilitud al asunto, al tiempo que "batía" los inexistentes huevos, llamaba a su prole a gritos con la ventana de la cocina convenientemente abierta: -Clan, clan, clan, clan,clan...Antoñito, Rosita a cenaaaaaaaaaaaaar,clan, clan,clan....

Según mi abuela Rocío -que era un monumento al pragmatismo- en realidad la pobre señora no engañaba a casi nadie. pero al parecer este ejercicio que yo prefiero considerar de fantasía más que de simulación, servía para sostener su autoestima, porque el resto de vecinos jamas le dijo que conocían su situación, tal vez ellos mismos también ocultaban su parte de miseria.
En aquel entonces la pobreza se debía a la depauperación provocada por la guerra y al bloqueo económico decretado contra la ciudadanía, porque todos los bloqueos afectan gravemente a los más necesitados. Bloqueo económico decretado por las mismas potencias que eligieron no combatir a la dictadura, sino emplearla como aliada en la nueva guerra fría, lo que les supuso un gran ahorro de vidas humanas, pero también de millones de dolares al no incluir a España en el Plan Marshall, como contrapartida los españoles tuvimos cuarenta años de dictadura y un complejo de inferioridad para dos generaciones.
¿Cuales son las causas de la actual pobreza?
No es una guerra, ni un bloqueo económico, ni una reedición de las plagas bíblicas.
De hecho en este último cuarto de siglo hemos contado con las mejores posibilidades para haber alcanzado por fin el nivel económico y de bienestar social del auténtico primer mundo. Lástima haberlas despilfarrado, todos esos fondos europeos malgastados en obras inútiles, en cursos mal organizados, en fundaciones y empresas públicas para colocar al excedente de la militancia, el mantenimiento de estructuras territoriales arcaizantes, la inversión en el hecho diferencial, en la promoción internacional de las CC.AA..
Este es el verdadero motivo por el que un alemán debería estar enfadado, en esto ha estado el trasvase real de renta de los países ricos europeos hacia España y otros periféricos, aquí ha estado el verdadero pecado económico, esta ha sido la verdadera "juerga mediterránea", no ahora que lo que estamos pagando es el riesgo que corren los grandes bancos europeos por los créditos temerarios que concedieron para engordar la burbuja española.
La gigantesca oportunidad desaprovechada por nuestros políticos y, porqué no decirlo, una clase empresarial mayoritariamente tentada por el pelotazo (mal signo que ya no haya que entrecomillar esta palabra) más que por la inversión en la economía productiva.
La educación en este mismo período de tiempo ha decaído, zarandeada entre el buenismo -el profesor "colega" de sus alumnos, todo el mundo tiene que pasar el curso, etc- y la falta de rigor, sufriendo una reforma por cada gobierno, y lo ha hecho hasta niveles tercermundistas. En este apartado también se manifiesta la polarización entre los muy titulados y los que abandonan prematuramente el sistema.
Parece que estemos abocados sin remedio a formar parte de la segunda Europa, aquella que deberá conformarse con prestar servicios turísticos, geriátricos y residenciales a los ciudadanos de la primera Europa, los nacionales de los Estados que hoy están cobrando por colocar su deuda soberana.
Pero lo que ya clama al cielo, lo que está cobrando tintes de autentica traición al soberano -después de dudar decido poner aquí el nombre del soberano ya que a algunos parece que se les ha olvidado, el soberano pueblo español-, lo que no tiene nombre es que se nos intenten vender las medidas que laminan a las clases menos favorecidas como las que van a permitir salir de la crisis pronto y preservando el llamado "Estado del bienestar". Cuando en realidad están encaminadas a preservar la descomunal "administración paralela", los diecisiete reinos de taifas y las prebendas de los cargos de designación directa y sus jefes políticos.
Basta por hoy, tengo que ir  a cocinar la tortilla para la cena, nosotros todavía podemos ponerle algo de huevo.