Prefacio
Joan Ridao, a la sazón Profesor de Derecho Constitucional y
Diputado en la cámara baja a publicado un artículo en “El País” que es un
magnífico ejemplo de retórica perversa-narcisista.
Puestos en este brete histórico e inoportunísimo por los
secesionistas catalanes, los que no somos nacionalistas, ni siquiera de la
patria común, debemos comenzar a ejercer nuestro derecho de réplica y aún de
defensa contra esta verdadera agresión difusa y tramposa, plagada de “mauvaise
foi”, mezcla premeditada de verdades, medias verdades y grandes mentiras, como
en este artículo respuesta me he propuesto desenmascarar, obviamente voy a
enviarlo a “El País”, pero no tengo ninguna esperanza en que se dignen
publicarlo, ojalá me equivocase.
En respuesta a “El porqué de Cataluña” de Joan Ridao
Afirma el Sr Ridao que ha llovido mucho desde la aprobación
de la Constitución y el voto apabullantemente (el adjetivo es mío) favorable
catalán, “Constitución aparentemente abierta… y hábil”, obsérvese como sin dar
un solo argumento, así como el que no quiere la cosa, lanzando la piedra y
escondiendo la mano, tendenciosamente en fin, ensucia la historia de una
Constitución que fue aprobada por el 90.46% de los votantes en Cataluña y que
ha permitido los más altos niveles de autogobierno conocidos en nuestra
historia política.
Poco después se queja -toque de victimismo de rigor- de la
“ausencia de empatía” -no escasez, no falta, “ausencia”- de los gobiernos del
Estado “especialmente cuando gozaban de asfixiantes
mayorías absolutas” (la cursiva es mía), adjetivo bien escogido para denotar
opresión, cuando si nos atenemos a la realidad en esta misma legislatura –y
antes en otras muchas ocasiones- la mayoría absoluta no ha impedido encontrar
el voto favorable del “grupo catalán”, previo pago de su importe político.
“Ausencia de empatía” cuando es obvio que los nacionalistas
catalanes y vascos han sido los socios preferentes de los sucesivos gobiernos
de ambos partidos mayoritarios. Como el mismo reconoce –en el que es
seguramente el único error de cálculo de su argumentación: “descabalgar las
intenciones catalanas con un arancel o una enmienda”, arancel o enmienda en
beneficio de los intereses del grupo nacionalista de rigor, por supuesto.
“…, el catalanismo político, que había perseverado
secularmente en su divisa de reformar
(estas comillas son de él) España con las reglas del juego del Estado (¿Con
cuales sino?) hoy se siente fatigada (sic)”(la concordancia vizcaína es suya o
del periódico, los paréntesis sí son míos). El problema viene cuando la
“reforma” de España auspiciada por el catalanismo y el vasquismo es asimétrica,
es decir plagada de sinecuras y privilegios que lógicamente paga alguien, que
normalmente es el Estado “antipático”, es decir, el resto de españoles.
Luego habla del “…enésimo esfuerzo de (yo utilizaría “por”,
pero, en fin, ya sabemos que el castellano es solo su segunda lengua) lograr el
reconocimiento debido a la personalidad
nacional de Cataluña.”, otra vez la sensación de penosísimo denuedo por
descender a entenderse con nosotros, el resto de españoles. ¿En que se basa
para catalogar como “debido” el reconocimiento de ese muy curioso concepto
apócrifo, “personalidad nacional”?, si algún día este artículo llega a manos
del Sr Ridao desde aquí le ruego que en su calidad, además, de Profesor de
Derecho Constitucional me desarrolle este concepto.
Enseguida pasa a descalificar al Tribunal Constitucional,
“groseramente politizado”, una verdad que debería, sin embargo, perjudicarle en
su argumentación, pues no en vano los nacionalistas están representados en este
órgano, tienen su cupo, tanto catalanes como vascos.
Argumenta que el tribunal actuó “displicentemente y con
total falta de deferencia hacia el legislador estatutario”, que es,
recordémoslo, el mismo que se salta a la torera las sentencias del displicente
Tribunal.
En seguida aprieta el acelerador de los sentimientos:
“…frustración…rabia contenida.”, que maravillosa contención ¿Que sería de
España sin la contención de los nacionalistas? Tanto se han contenido que es
ahora, y sólo ahora, en la peor situación posible, cuando demandan la
independencia, contención y lealtad, sí señor.
Más tarde viene una frase muy confusamente redactada: “…lo
absurdo de todo planteamiento consistente en admitir que Cataluña debe disponer
de instrumentos de soberanía para federarse de igual a igual.” Deduzco que “lo
absurdo”, lo es para los falsos
federalistas españoles (la cursiva es mía). En cuanto a “de igual a igual”
no se refiere a igualdad entre Cataluña y Andalucía, desengáñense, se refiere a
Cataluña y España, ese “Madrid político” cuna de todo mal para Cataluña donde
oscuros hombres -y mujeres por supuesto, pero también oscuras- no cesan de
“contuberniar”, que no contumeriar.
Cuando el Sr Homs, ese hombre tan humilde, exigió el montante
del rescate al Gobierno central, añadiendo que no pensaban ni dar las gracias
ni aceptar condiciones, pues al fin y a la postre se trataba de “su” dinero,
dinero catalán debe ser; según el Sr Ridao estaba pasando “la humillación de
implorar un rescate”, sin comentarios.
Añade otras expresiones como: “…el Madrid político rechazaba
nuevamente la mano tendida”; “…vivir permanentemente instalado en la denuncia
del agravio” y “golpe de audacia” que abundan en la sobreactuación general del
artículo.
Pero la mentira más grosera, por emplear su expresión, la
deja para el final cuando afirma que: “Como ha puesto de relieve la Corte
Suprema de Canadá en 1998, y después el Tribunal de La Haya, lo legítimo, lo
prevalente, es hoy la voluntad democrática de la mayoría y no el orden
constitucional interno de los Estados.”
Aprovechando que me daba la pista del año de publicación de
la famosa sentencia de la “Cour suprême du Canada”, ni corto ni perezoso, a
pesar de mi natural indolente como buen andaluz, me la he leído y afirma: “una
decisión democrática de los quebequenses a favor de la secesión comprometería
los lazos” de toda índole que les unen al resto de estados confederados. “La
constitución canadiense asegura el orden y la estabilidad, en consecuencia, la
secesión de una provincia no puede ser realizada unilateralmente en virtud de la Constitución (estas
comillas son del tribunal), es decir sin negociaciones, fundadas en principios,
con los otros participantes de la Confederación, (y ahora viene lo bueno) en el
cuadro constitucional vigente.”
Queda meridianamente claro, incluso para un Profesor de
Derecho Constitucional de la Universidad de Barcelona, que el alto tribunal
canadiense no pone la hipotética mayoría de quebequenses por encima de la
Constitución existente.
Por otra parte, si bien no prohíbe la consulta a los
quebequenses (la Constitución canadiense es distinta a la nuestra) exige: “una
mayoría clara en respuesta a una pregunta clara”. Dudo mucho que el mismo tribunal, ni nadie en su sano
juicio, pueda considerar clara la siguiente pregunta: ¿Desea que Cataluña sea
un nuevo Estado de la UE?, que es la que propone el Sr Mas.
Con respecto al Derecho Internacional, proclama también la
sentencia: “un derecho de secesión no nace en virtud del principio de la
autodeterminación de los pueblos en derecho internacional más que en el caso de
“un pueblo” gobernado en tanto que
parte de un imperio colonial, en el caso de “un pueblo” sometido a la subyugación, a la dominación o a la
explotación extranjera, y también, puede ser, en el caso de “un pueblo” al que se le impide ejercer
de manera útil su derecho a la autodeterminación en el interior del Estado del
que forma parte. En otras circunstancias, los pueblos deberían (…sont sencés
réaliser leur autodétermination…) realizar su autodeterminación en el cuadro
del Estado existente al cual pertenecen.”
El Estado en el cual el gobierno representa al conjunto del
pueblo o los pueblos residentes sobre su territorio, en igualdad y sin
discriminaciones, y que respeta los principios de autodeterminación en sus
acuerdos internos, tiene derecho al mantenimiento de su integridad territorial
en virtud del derecho internacional y al reconocimiento de esta integridad
territorial por los otros Estados.
Este último vendría a ser un derecho de autodeterminación
que no terminaría en independencia sino en una relación federal, confederal,
porque no autonómica, en todo caso interior al Estado matriz.
Según el tribunal
canadiense la igualdad y la no discriminación son exigibles al Estado para no
dar pie a una reclamación de autodeterminación, que a mi modo de ver se podría
poner en cuestión por los privilegios fiscales existentes en País Vasco y
Navarra y reivindicado en Cataluña, lo que permitiría a las otras CC.AA.
sentirse discriminadas con respecto a las anteriores.
La traducción del francés es mía, hubiera podido redactar
con mejor estilo en castellano, pero he preferido ceñirme a la literalidad de
las expresiones.
En honor a la rapidez de respuesta he declinado investigar
la supuesta referencia del Tribunal de La Haya.
El artículo en cuestión termina comparando churras con
merinas, merinas con vacas y churras con
burros, asociando la implosión de la URSS, la explosión bélica de Yugoslavia y
la separación de mutuo acuerdo de Checoslovaquia.
Estrategia "comunitarista" y táctica perversa-narcisista se
asocian en este deplorable artículo, recordemos para finalizar que el Sr Bosch
del mismo partido que el Sr Ridao, apoyados por CiU y PNV, mira tú por donde,
pidieron hace muy poco la derogación formal en la Comisión Constitucional de
Congreso de los Diputados de los Decretos de Nueva Planta de Felipe V,
abracadabrante.
N'oublie pas de nous dire si El País t'a répondu.. Vaya Jorge Ánimo : je suis en train d'enrichir mon vocabulaire d'espagnol. Mais 4 h 30 du matin pour poster un blog : est-ce bien raisonnable...????
ResponderEliminarNo, no es razonable, pero la verdad, sabía que hoy no iba a poder dedicar el tiempo que requería y no pude dejar de responder.
ResponderEliminarGracias por tus ánimos y enhorabuena por tu español.
Muy buena su réplica, D. Jorge.
ResponderEliminarNo sabía que el tipo era profe de Consti- Como Zapatero. Y ya está todo dicho.
Gracias Doña Carlota.
EliminarFue Vd la primera persona en ser amable conmigo en el querido blog de Don Santiago. Yo, lo recuerdo. Por otro lado, se prodiga Vd poquísimo y yo espero sus posts que son siempre elegantes, que rezuman la cultura aprehendia más que aprendida, que son comedidos y certeros, también diría eficaces.
Eso es todo Doña Carlota.